Republic of Costa Rica, 2017
Para finalizar el evento de clausura de una residencia-taller que impartí en Costa Rica sobre “arte político”, en el que se habló de políticas sociales, Arte, victimización y privilegios, ofrecimos unas copas de vino al público asistente y programamos dos números musicales para que amenizasen el cierre de la velada. Los bailarines y bailarinas que formaban parte del espectáculo eran presos que, como “medida de reinserción”, participaban en talleres artísticos en la cárcel. Para llevar a cabo lo que inicialmente era solo una idea, usamos la influencia del Centro Cultural de España en Costa Rica para mediar con el Ministerio de Justicia costarricense, y así conseguir que autorizase a los grupos de presos a salir y participar en el evento.
El contexto de los presos y presas que cumplen condena en los centros penitenciarios no suele mezclarse con el contexto de los aficionados al arte contemporáneo. Con esta acción pretendimos que esas dos realidades formasen parte de un mismo evento.
Los enormes edificios de la institución penitenciaria dividen a la sociedad en dos, y esa división no es entre legal e ilegal o entre inocentes y culpables, como pretende la ficción judicial, ya que la “especie” de los inocentes hace tiempo que se extinguió. Reducir la delincuencia o «defender a la sociedad» no son objetivos sino pretextos: si después de tantos siglos jamás se han alcanzado dichos objetivos –más bien al contrario– y las medidas punitivas se mantienen a pesar de todo, será porque su objetivo es otro.
El Comité Invisible* afirma que todas las instituciones tienen como modelo a la Iglesia, y eso incluye a la institución Arte. Por otro lado, también sabemos que la institución eclesiástica no tiene como objetivo conducir a la humanidad a la salvación divina, sino mantener su propia salvación en el tiempo alimentando la culpa y el consecuente anhelo de redención. ¿Será que la institución artística también alimenta algún tipo de culpa bajo la promesa de redención? De ser así, ¿en qué consiste el crimen del Arte y cuál es su castigo redentor?
Crime and Punishment
For the closing event of a residency-workshop I gave in Costa Rica on “political art” in which we discussed social policies, art, victimization and privileges, we offered a small wine reception and scheduled two musical numbers to liven up the closing of the evening. The dancers who were part of the show were inmates who, as a “reinsertion measure”, were taking up artistic workshops in the prison. To put into practice what was initially only an idea, we used the influence of the Cultural Centre of Spain in Costa Rica to mediate with the Costa Rican Ministry of Justice to authorize the groups of inmates to get out and participate in the event.
The context of male and female inmates serving sentences in prisons does not usually mix with the context of contemporary art aficionados. With this action we wanted these two realities to be part of the same event.
The huge buildings of the penitentiary institution divide society in two, but that division is not between legal and illegal or between innocent and guilty as claimed by the notion of judicial fiction, since the “species” of the innocent has long been extinct. Reducing crime or “defending society” are not objectives but pretexts: if after so many centuries these objectives have never been achieved—rather the opposite—and punitive measures are maintained in spite of everything, then it must be that their objective is something else.
The Invisible Committee* claims that all institutions are modelled on the Church, and that includes the institution of Art. On the other hand, we also know that the church institution does not aim to lead humanity to divine salvation but to perpetuate its own salvation by feeding guilt and the consequent desire for redemption. Could it be that the art institution also feeds some kind of guilt under the promise of redemption? If so, what is the crime of Art and what is its redemptive punishment?
*Comité Invisible es el nombre de una red que aúna personas y grupos anónimos determinados por un tipo de posición política y filosófica respecto a la forma de vida de la cultura occidental. Han publicado cuatro libros que han sido traducidos al castellano: Llamamiento y otros fogonazos, La insurrección que viene, A nuestros amigos y Ahora.
*Invisible Committee is the name of a network that brings together anonymous individuals and groups defined by a certain political and philosophical position regarding the Western culture’s way of life. They have published four books that have been translated into Spanish: Llamamiento y otros fogonazos [Appeal and Other Fires], The Coming Insurrection, To Our Friends and Now.
Project done with Jose Fallas.
Thanks to: María José Guevara, Salvador Vayá, José Montero, Casa Caníbal team, Clara de Noche, Mauricio Miranda, the prisioners of the prision Instituto Gerardo Rodríguez and Vilma Curling Rivera Prision. Also we would like to thanks to our collegues of the workshop: Illimani de los Andes, Gabriel Araya, Laura Astorga, Nery Chavez, Valeria Díaz, Karen Esquivel, Laura Gómez, Chabela Lazo, Vilmer López, Felipe Martínez, Johan Phillips, Luis Alonso Rojas, Marga Sequeira, Nathalia Vargas y Jorge Zamorán.