La Habana (Republic of Cuba), 2008-2009
Cuando ya llevaba unos 6 meses residiendo en La Habana, harta y cansada de escuchar los piropos machistas que desde su posición de poder y autoridad me dirigían los policías –cuya principal función pública, en teoría, consistía en proteger a los turistas del posible acoso–, decidí convertir a dichos agentes del orden en objetos de una obra. Para ello empecé a seguirles el juego del flirteo mientras les grababa y fotografiaba secretamente, siguiendo el protocolo de una investigación policial. Mi respuesta a su proposición de tener encuentros íntimos fue citarlos a la inauguración de la exposición en la que mostré la documentación de la que formaban parte, o sea, que en lugar de encontrarse conmigo en la inauguración –a la que no asistí–, se vieron a sí mismos flirteando con la persona con la que se habían citado.
Lo que pretendí con la acción era violentar la intimidad de los policías, igual que ellos violentaban la de las mujeres a las que acosaban.
Contribution of Law Enforcement Officers
After living in Havana for about six months, I was already sick and tired of listening to the macho compliments policemen paid to me from their position of power and authority. Taking into account that, in theory, police’s main public function was to protect tourists from possible harassment, I decided to turn these law enforcement officers into subject matters of my work. To this end, I began to play along in their flirtation game while I secretly recorded and photographed them, following the protocol of a police investigation. My response to their proposal of having intimate relations was to propose that we meet at the opening of the exhibition in which I showed the documentation of which they were part. Therefore, instead of meeting me at the opening — which I did not attend —, they saw themselves flirting with the person they were supposed to meet.
The intention of the action was to violate the privacy of the police, just as they were violating the privacy of the women they harassed.